¿Qué es el pensamiento de diseño o Design Thinking?
El pensamiento de diseño (Design Thinking) consiste en 5 etapas en las que se enfoca la resolución del problema de manera sistemática, intuitiva y centrada en el cliente. Hay diferentes maneras de aplicarlo, siendo un proceso iterativo que se reatroalimenta para perfeccionar la solución alcanzada, dividiéndose en: empatizar, definir, idear, prototipar y probar. Básicamente un prueba-error pero con más desarrollo entre fases.
Comprender estas etapas nos ayuda a encontrar la forma de aplicarlo a cada proyecto:
1 – EMPATIZAR
La escucha es muy importante en esta etapa. Investigar y comprender el problema para conocer qué es lo que se quiere resolver. Por ello, cuando centras la atención en tu cliente y te precupas por sus necesidades, dirigirás la solución hacia la innovación, poniendo la empatía como eje central.
2 – DEFINIR
Cuando tenemos el problema ya definido, es hora de centrarse en él. Para ello, analizamos la información y buscamos la solución con ideas para resolverlo y crear un informe para tenerlo claro (briefing).
Se presentan una serie de preguntas para empezar a dar sentido a las soluciones que se están presentando tales como: ¿Qué barreras podríamos tener? ¿Estamos haciendo las preguntas correctas? ¿Es hora de reevaluar? ¿Qué necesidades tenemos insatisfechas?
Un buen briefing, desde un punto de vista estratégico y buenas pautas, es la clave para encontrar las mejores soluciones y llegar a un consenso en la siguiente fase.
3 – IDEAR
Es hora de dar rienda suelta a la creatividad desde la inteligencia. Establecemos las vías creativas o de diseño para poder ofrecer soluciones.
Lluvias de ideas, mapas mentales, post-it o mapas de paisaje son herramientas para guiar esta fase. El objetivo es converger en vías sólidas y hacer un análisis DAFO (Debilidades-Amenazas-Fortalezas-Oportunidades) para generar confianza en la estrategia elegida.
4 – PROTOTIPAR
Consiste en bocetos rápidos inspiradores o sprints de diseño para crear prototipos que den vida a las ideas. Prototipos son un paso intermedio, previo a la solución definitiva.
Aquí lo importante es la experimentación: maquetas, infografías, presentaciones o vídeos nos ayudan a comunicar estas ideas.
5 – PROBAR
Es el momento de comprobar cómo funcionan las soluciones. Generamos experiencias inmersivas en el contexto que se van a utilizar o en el entorno más parecido posible para ayudar a entender la solución que se propone.
Pedir opiniones puede proporcionarnos información muy útil para pulir estos prototipos anteriores o incluso darnos otro enfoque para iniciar de nuevo el proceso iterativo.
CONCLUSIÓN
El proceso de creación es arduo y complejo, requiere de tiempo y mucho trabajo mental por lo que, lo mejor que podemos hacer, es disfrutar del proceso, no importa cuánto lleve una fase y otra porque nunca es tarde para innovar o ir más allá 🚀
